"azules son mentireiros"
Bajó las escaleras apresurado, había quedado con su madre y llegaba tarde. No le gustaba hacerle esperar.
Cuando llegó al portal la vió sentada en la terraza del bar de enfrente, la observó un instante, con su rostro sereno, maduro, que aún conservaba esa ternura con la que lo miraba de niño.
Tiene su misma mirada, de las que enganchan.
Y esos ojos verdes que una vez te han mirado no se pueden olvidar.

Sonrieron.
Ella esbozó un falso gesto de enfado que no pudo mantener.
- Mmmua! Lo siento mamá, tenía una llamada.
- ¿Del trabajo?¿A estas horas?- preguntó con ironía mientras recogía el bolso y las gafas de sol.
- No, era... una amiga- dijo casi en un susurro ofreciéndole su mano.
- Hijo, ¡¿a tu edad?! Hay cosas que nunca cambian.
- Mamá, lo importante no es mi edad, si no la de ella...

2 comentarios:
Esto me ha recordado a una frase que dice: "Un hombre tiene la edad de la mujer a la que ama".
:)
Besazos, guapa.
Qué frase más bonita la de Eva y, qué cierta es...
Qué tal va todo, cómo estás estas vacaciones? Imagino que con añoranza de niños pero, no te preocupes que septiembre está ahí... jajaja
Espero que pases muy buen verano
P.D.: me alegra ver estas últimas entradas con "risas", eso quiere decir que todo te sonríe y, si algo te falta, te deseo que lo empiece a hacer YA
Cuídate mucho
Besos
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